La magia del Caribe 🌴


11 horas -entre escala y vuelos- fue el total del viaje para llegar al paraíso. Y es que este año 2021 tenía que arrancar con la mejor vibra y que mejor que cerca del mar, donde las energías fluyen y se recargan. Donde encuentro una conexión única que no tenía desde hace 4 años que me mudé definitivamente a Buenos Aires, ya que el enfoque estaba en un 100% en trabajar y establecerme.


Son tiempos de break. Tiempos de interiorizar. Tiempos diferentes donde es necesario reencontrarse con nuestras grandes pasiones, deseos y con nosotros mismos. El mar es parte de mí, es parte de lo caribeña que soy y nunca pensé que lo extrañaría tanto. Vivir cerca del mar es un regalo extraordinario de la naturaleza, un regalo que disfruté hace un tiempo atrás y que quizás no lo valoraba tanto como ahora que lo tengo lejos.


Hace un tiempo que tenía planeado este viaje a la Riviera Maya en México. Siempre quise conocer Cancún, sus bellezas naturales y también su cultura; pero la Pandemia nos cambió los planes a muchos este 2020... hasta que el día llegó.


Este fin de año me emocionó mucho. Viví nuevas experiencias, entre ellas pasar fin de año lejos de casa y estar en un lugar que siempre quise estar. Además del reencuentro con una increíble amiga que me regaló la Argentina. Ella hizo que todo fuese más sencillo para mí durante mi estadía. Gise es la mejor y coincidimos en muchos aspectos de la vida.


"Albany? Amigaaaaaa. Ya no reconozco a nadie con los cubrebocas". Fueron las primeras palabras que escuche de ella. Luego nos dimos un fuerte abrazo extendido y hablamos como si fue ayer que nos vimos. Cenamos unos tacos -pero los de ella sin carne porque es vegetariana- y nos pusimos al día en tan solo 30 minutos.


Muchos me preguntaron y otros se preguntarán por qué no viajé con Jean -mi novio-. Es muy sencillo, no todo se debe explicar. Nosotros respetamos nuestros espacios, tiempos e individualidades y, si para nosotros está bien, no hay mucho más que decir. Las parejas no tienen que ser siameses.


Un consejo que les puedo dar es que aprendan a viajar solos, ir al cine solos, ir a comer solos. Ese momento dedicado a ustedes es maravilloso. La soledad en pequeñas porciones te da retrospectiva.


Reencuentro


El día en que mis pies tocaron el mar fue mágico. La verdad casi lloro al tener esa sensación de reencuentro con algo que forma parte de ti, de tu niñez y de tu vida entera.


El mar me recordó mucho a las playas de Tucacas en Falcón, Venezuela. Son literal una piscina -pileta- de lo cristalinas y calmadas que llegan a ser. Me encanta que sean así porque no sé nadar y respeto mucho el mar. La sensación de la arena fina al caminar a la orilla de la playa me llevó a mí época de facultad, cuando siempre había un motivo o excusa para ir a las playas más cercanas a pasar el día.


Mi amiga Gise es argentina, vive en Playa del Carmen hace casi 2 años y ama el caribe. Dice que ha sido una de las mejores experiencias que ha tenido en su vida y que ahora entiende mucho a los venezolanos jaja. Las playas en Argentina son lindantes del Océano Atlántico y pueden llegar a ser frías y no cristalinas. Es por eso que muchos argentinos viajan a el Caribe o a Brasil para disfrutar de playas más cálida, arena más fina y aguas transparentes.


Magia


La Riviera Maya la defino en una sola palabra "Magia". Solo hay que mirar sus bellezas naturales para poder entenderlo ya que me quedaría corta tratando de explicarlo acá.


Amé su selva que es tan diferente a la selva que conozco -la amazónica- ver tantas palmeras a lo largo de los kilómetros que recorrí me parecieron impresionantes. La cultura Maya es extraordinaria. Se me erizó la piel con tan solo escuchar y conocer sus historias; en especial la de la maravilla del mundo: las ruinas de Chichén Itzá en Yucatán.



Las frutas tropicales son las mejores. Comí nuevamente Guayabas, una fruta que forma parte de mi infancia porque crecía en el patio de la casa de mi abuela en Venezuela. Recuerdo que decía: "Tomen jugo de guayaba porque ayuda a la hemoglobina".


La fauna y la flora brotan en cada paso que das al recorrer cualquier lugar. Pude ver más de 4 especies de aves y algunos reptiles; así como una variedad de peces tanto en el mar como en los cenotes.


Nunca había conocido un Cenote. Los defino como un arte de la naturaleza misma. Pueden ser a cielo abierto, semiabiertos y subterráneo. Algunos de agua dulce y otros con mezcla de agua de mar. Pero la mayoría son de agua dulce. Para los Mayas los cenotes eran lugares sagrados. Allí solían realizar sacrificios y rituales que se enmarcan en su cosmología. En general son alucinantes.


Por último sus playas. Las tonalidades entre azul y turquesa dan sensación de relajación. El agua tiene la temperatura perfecta y caminar por los finos granos de color claro de la arena seguramente a cualquiera le aportaría paz mental.


Espero volver pronto… México lindo y querido.



Algunas recomendaciones en Playa del Carmen:


Wow Cafe

Mu

La Tarraya

Sushi Tlán

Zenzi



Por: AKAD


Texto de Diciembre: Adiós primavera 🌸



Comentarios

  1. Excelente hija, me alegra que hayas disfrutado de esas experiencias, después me das los itinerarios y hoteles jajajajajajajaja. Espero puedas repetirlo una vez más, Dios te Bendiga 🙏 y te quiero mucho

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